Perder en el Nuevo Leonardo Ramos de La Rinconada es algo que puede esperarse, sobre todo si tenemos en cuenta que el equipo de Andrés Millán está segundo, ocupando uno de los puestos de ascenso, y que además, en su campo sólo ha cedido un empate en lo que va de temporada, ante el Huévar (2-2). A ello había que unir que el conjunto pileño se presentaba al choque con bajas importantes, sobre todo en ataque, por las lesiones de Nacho, Anguas y Juan Antonio, a los que se sumó también el centrocampista Juanma.
Pero la lectura del partido cambia radicalmente cuando consideramos los factores que se dieron en el juego, especialmente las dos expulsiones sufridas por el equipo rinconero, una en el m. 32 (Israel) y otra en el 70 (Avalos), por lo que los locales estuvieron buena parte del choque en inferioridad, a pesar de lo cual se terminaron imponiendo a los pileños.
El equipo de José Julio Monsalves no atraviesa un buen momento, pues acumula ya cinco jornadas terminan jugando a lo que propone el rival, sin imponer su estilo, por una falta de confianza evidente en muchos de sus hombres, que no se atreven a hacer lo que saben, ni se adaptan a las circunstancias que demanda el juego en cada momento.
sin conseguir la victoria (ha sumado dos de los últimos quince puntos en juego) y, lo que es peor, pierde con demasiada facilidad la chispa y la competitividad con la que arrancó el campeonato. Los pileños
En este choque, desde el minuto uno se vio cómo quería hacer daño Andrés Millán a los nuestros: con balones largos a la espalda de la defensa. En la primera jugada del partido, ya estuvo a punto Andrades de aprovechar el primero, y en el 7 fue Selu el que remató fuera en buena posición.
La defensa se mostraba poco contundente y en ataque, sólo apareció Bueno para conectar un buen disparo que atajó Antonio (m. 10). En el m. 32 llegó la expulsión de Israel, por un codazo sobre Chiqui, que el árbitro no dudó en sancionar con cartulina roja. A pesar de la inferioridad numérica, el equipo rinconero siguió sin conceder ocasiones de gol a los pileños y haciendo daño con su estrategia preferida. De este modo, en el m. 40, uno de esos balones largos en diagonal superó a Chiqui, que había dejado demasiados metros a Selu. El delantero blanquiazul controló el esférico con calidad y batió cómodamente a Fricu en el mano a mano.
Intentó reaccionar la UD Pilas antes del descanso, y pudo empatar en una jugada de saque de banda, pero el portero Antonio se encontró con el pie el remate de Bueno desde el área pequeña, por lo que se llegó al intermedio con el 1-0 que señalaba el marcador.
Para la segunda parte, José Julio retiró del campo a Chiqui y a Fran (ambos con cartulina amarilla) y dio entrada en su lugar a Juradito y Esteban. El equipo salió con mayor intención atacante y en el m. 50, una galopada de Gabri terminó con un disparo ajustado que, tras tocar en la mano de Antonio y en el poste, se marchó a córner. Pero, sin duda, la ocasión más clara para los pileños se produjo en el m. 53, cuando Bueno, completamente solo ante Antonio, finalizó la jugada con un disparo inocente a las manos del portero, cuando tenía a su izquierda a dos compañeros libres de marca.
Cañada dedica el gol a su abuela, recientemente fallecida |
Con nueve jugadores, la UD Rinconada no se descompuso en ningún momento y siguió presionando y dificultando la circulación de balón que, por momentos, pretendían llevar a cabo los hombres de José Julio. Incluso los locales encontraban fuerzas para acercar el balón sobre el área de Fricu y llegaron a disfrutar de tres saques de esquina consecutivos.
Pero el jarro de agua fría iba a llegar a diez minutos del final, cuando Molina, en la línea de fondo, se fue con facilidad de dos defensores pileños y soltó un punterazo que ni siquiera llevaba dirección a portería. Fricu tuvo la desgracia de desviar el esférico hacia la red en su intento de despejarlo, con lo que los locales volvían a ponerse por delante, jugando con tan sólo 9 hombres. Un golpe de suerte, buscado con todo mérito por parte de los hombres de Millán.
Los últimos minutos fueron de dominio intenso pero infructuoso de la UD Pilas. El balón nunca llegaba en condiciones a los rematadores, que se agolpaban en el área de Antonio. Se jugó con precipitación, sin la frialdad necesaria para hilvanar jugadas elaboradas que pusieran en verdaderos aprietos a la retaguardia local. Los balones colgados eran rechazados una y otra vez por los defensores o controlados por el portero. Entre esta ineficacia, y que el juego estaba constantemente interrumpido, se llegó al final sin novedades y con la sensación amarga de haber dejado escapar una oportunidad única de puntuar en un campo tan difícil como el de la UD Rinconada.
Ha sido una derrota dura, que no debe afectar a la moral de un grupo que ya ha demostrado que es capaz de rendir mucho mejor. En los últimos partidos está quedando claro que en esta categoría se pagan muy caros los errores y que hay que correr, como mínimo, lo mismo que el contrario para optar a ganar un partido.
Ahora toca trabajar duro durante toda la semana para preparar el partido ante el Albaida, un choque vital, en el que los blanquiazules están obligados a dar un giro radical a su trayectoria. Reencontrarse con la victoria será, sin duda, el mejor bálsamo para todos.
FICHA TÉCNICA
UD RINCONADA: Antonio, Gallardo, Colela, Israel, Perales, Enma, Avalos, Samu Vera, Molina (Cresmo, m. 95), Selu (Chino, m. 93) y Andrades (Braulio, m. 70).
UD PILAS: Fricu, Chiqui (Juradito, m. 45), Soldán, Juan, Quintero, Rojas, Fran (Esteban, m. 45), Porras, Bueno, Ponce (Cañada, m. 65) y Gabri.
ÁRBITRO: Moreno Lapeira. Expulsó a los locales Israel (m. 32) y Avalos (m. 70). Amarillas para los rinconeros Samu Vera, Colela y Molina y para los pileños Fan, Chiqui, Porras y Soldán.
GOLES: 1-0: Selu (m. 40); 1-1: Cañada (m. 67); 2-1: Molina (m. 80)
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