El pasado lunes, después del partido disputado entre la AD Nervión y la UD Pilas, nos encontramos en la red social Twitter con una intervención de Adrián Palomino, jugador del equipo nervionense, en la que acusaba a la UD Pilas de haber provocado "destrozos" en el vestuario visitante del complejo deportivo Antonio Puerta una vez concluido el encuentro. El club pileño respondió pidiendo más detalles sobre esta acusación. La cadena de mensajes se puede ver en la siguiente imagen:



Paralelamente, conocimos la existencia de una fotografía en la que se podían ver esos "destrozos", y que había puesto en circulación Antonio Rueda, entrenador de la AD Nervión. La fotografía en cuestión es la siguiente:



El martes por la mañana nos pusimos en contacto con la directiva del club sevillano, que nos ratificó la acusación publicada por el futbolista, concretando que, en efecto, alguien de nuestro equipo había roto un inodoro del vestuario, tal y como se ve en la imagen. En esa conversación, la UD Pilas se comprometió a hacerse cargo del coste de sustitución del inodoro, en el caso de que pudiese constatar que el hecho era cierto. Antes, lógicamente, teníamos que escuchar la versión de los acusados.

Por eso, ayer martes, antes del entrenamiento, nos reunimos con la plantilla, técnicos y utillero de nuestro equipo, quienes nos aseguraron que la acusación es totalmente incierta. De hecho, afirman que antes del partido se había disputado otro encuentro y cuando los jugadores pileños entraron en el vestuario, este estaba sucio y, según todos ellos, el váter en cuestión ya estaba roto.

Son, como se puede comprobar, dos versiones contrapuestas, sin posibilidad de aportar pruebas concluyentes. Están frente a frente la palabra de nuestros jugadores, técnicos y utillero y la acusación llegada desde la AD Nervión, concretamente desde uno de los futbolistas que trabaja a las órdenes del muy conocido Antonio Rueda.

En esta tesitura, como es comprensible, nos quedamos con la versión de los nuestros. Damos por hecho que se trata de una acusación falsa y un ejemplo de juego sucio, ejercido también fuera del terreno de juego, y que lamentamos profundamente.