Continúa la “maldición de la resiembra”, ya que la UD Pilas volvió a tropezar jugando como local en un escenario distinto al Manuel Leonardo Ventura.

En fútbol conviene no conjugar mucho el verbo “merecer”, algo que, por desgracia, venimos haciendo demasiadas veces últimamente. Porque ya sabemos que los triunfos no se merecen: se consiguen, y todo lo que no sea eso termina resultando insatisfactorio.

La UD Pilas ha perdido su tercer partido consecutivo y una vez más, al igual que ante el Pedrera y el Puente Genil, lo ha hecho sin haber sido inferior a su rival en la mayoría de las facetas del juego. De ahí que la derrota duela especialmente, pero no queda más remedio que seguir aprendiendo y trabajando para reforzar los puntos fuertes del equipo y atenuar en la medida de lo posible sus debilidades.

Si la semana pasada hablábamos del potencial económico del Salerm San Fermín Puente Genil, qué podemos decir del At. Espeleño, una escuadra cuajada de futbolistas que han estado jugando en Tercera, en 2ªB y hasta en 2ª A, como es el caso del veterano Jesús Lanza, ex del Córdoba CF. Un equipo que entrena en Córdoba y que sólo visita Espiel cada quince días para jugar los partidos como local y en el que, por supuesto, todos los futbolistas están muy bien pagados. En Pilas ha demostrado ser un conjunto de muy alto nivel competitivo, y que el liderato que ocupa no es ni mucho menos fruto de la casualidad.

El hecho de tener que jugar en el Polideportivo había marcado el trabajo de la semana, en la que José Julio intentó mentalizar a sus hombres para que aceptaran esta circunstancia y no le "cogieran asco" al partido desde el principio. Y de hecho, el equipo pileño comenzó la contienda muy enchufado, con una primera ocasión para Ponce y luego para Porras a los treinta segundos de juego.

Los blanquiazules se situaron bien en el campo y jugaban de tú a tú al líder. Incluso llegaron a ponerse por delante en el marcador al rematar Gabri un balón en el área, procedente de un saque de banda (m. 19).

Tras el gol, los cordobeses trataron de reaccionar y estuvieron a punto de empatar merced a un remate de cabeza franco de Guti tras una falta lateral (m. 33). El Espeleño dejó claro con esa acción que el juego a balón parado podía ser la clave de este encuentro, como así resultó ocurriendo.

El 1-1 llegó desde el punto de penalti. Los pileños reclamaron fuera de juego en el arranque de la jugada, pero el juez de línea no levantó el banderín y el colegiado señaló el derribo claro de Lego sobre Guti. No falló Jesús Lanza, que puso las tablas en el marcador en un momento crucial, pues ya quedaban pocos minutos para el descanso.

En la segunda parte, los hombres de José Julio Monsalves salieron enrabietados y firmaron una gran media hora de fútbol en la que fueron netamente superiores al Espeleño, que se limitaba a defender y apenas se aproximaba por la portería de Alonso.

Valladares tuvo una gran ocasión para marcar
La UD Pilas fue capaz de generar ocasiones claras, entre las que destacan las que tuvieron , que resbaló en el momento de chutar a gol (m. 57) y, sobre todo, Ponce, quien con todo a su favor para batir a Molero, prefirió pasar el balón atrás, sin que pudiera llegar Gabri (m. 67).  
Valladares

José Julio movió el banquillo, dando entrada a Nacho en lugar de Valladares, con lo que Bueno se situó como delantero centro. Luego retiró a éste (sustituido por Fran), con lo que esa posición la ocupó Gabri.

Molero, que viene de jugar en 2ªB con el Écija, se mostró muy seguro
Pero todo resultó infructuoso. La UD Pilas estaba perdonando y el entrenador visitante, que veía que el partido se le podía escapar, hizo un doble cambio (Juan Gordón y Cristian por Guti y Ángel) para dar cumplimiento a esa máxima del fútbol que tanto daño nos está haciendo en las últimas jornadas, que asegura que quien perdona lo termina pagando. Los dos hombres de refresco demostraron tener un nivel incluso superior a los que se marcharon y su presencia fue crucial para el desenlace del choque.

Una falta provocada por Cristian sobre la línea de fondo (no dio la impresión de que Zayas hiciera nada punible) fue botada magistralmente por Jesús Lanza para que Siles, a placer, rematara de cabeza al fondo de las mallas. Era el minuto 80 y todo el esfuerzo, el dominio, el control del juego, las ocasiones creadas… todo se vino abajo en esa acción en la que la defensa falló clamorosamente, pues el jugador cordobés saltó sin oposición alguna y puso el balón donde quiso.

En los últimos minutos cobró protagonismo Juradito que tuvo un buen remate para intentar el empate (el balón se marchó desviado) y que salvó bajo los palos un nuevo gol de los visitantes. Esa tercera diana iba a llegar sobre la bocina, con el equipo pileño volcado en busca del empate y tras un despeje defectuoso de la zaga pileña, que aprovechó perfectamente Rafalillo para habilitar a Cristian, quien batió con gran calidad a Alonso.

Al final, quedaron en las filas pileñas el abatimiento y la conocida sensación de haber vuelto a caer, habiendo hecho méritos para conseguir al menos un punto. No cabe duda de que el At. Espeleño es un gran equipo, que jugó sus bazas, fue más efectivo y se llevó la victoria.

No obstante, a pesar de las bajas, de las condiciones del campo y de la calidad del rival, la UD Pilas hizo un partido muy digno y perdió porque perdonó arriba y falló atrás en acciones puntuales. Una explicación que ya empieza a sonarnos demasiado. Esperemos que esta dinámica se rompa cuanto antes y el mérito se convierta en puntos, que, en definitiva, es lo que interesa.


FICHA TÉCNICA

UD PILAS: Alonso, Zayas, Soldán, Lego (Cañada, m. 83), Quintero, Juanma Rodríguez (Juradito, m. 83), Bueno (Fran, m. 77), Porras, Valladares (Nacho, m. 59) y Ponce.

AT. ESPELEÑO: Molero, José Manuel, Germán, Troyano, Siles, Juanito (Osuna, m. 82), Rafalillo , Hugo (Pradillo, m. 82), Guti (Juan Gordón, m. 65), Jesús Lanza y Ángel (Cristian, m. 65).

ÁRBITRO: Sarrión González, de Huelva. Sólo amonestó a jugadores locales: Lego, Nacho y Juanma Rodriguez.

GOLES: 1-0: Gabri (m. 19); 1-1: Jesús Lenza, de penalti (m. 35); 1-2: Siles (m. 80); 1-3: Cristian (m. 90).