Porras en plena fuga: imparable

El titular de esta crónica se puede rebatir con un argumento irrefutable: los puntos no hay que merecerlos, hay que ganarlos. Nada que objetar. No obstante, desde la perspectiva de la UD Pilas, resulta difícil hacer el relato de lo ocurrido en este partido y no tener que volver a insistir en que el resultado no estuvo acorde con lo visto sobre el terreno de juego, salvo en un aspecto que, eso sí, es el fundamental: el acierto de cara al gol.

Adrián se anticipa a Toni
No hay que olvidar que el equipo pileño, llegaba a la cita con cuatro derrotas consecutivas a las espaldas y muy tocado moralmente, tras caer como lo hizo en casa ante el Mairena, y arrastrando múltiples problemas, entre ellos las numerosas bajas (Juanma Ramírez estuvo en el banquillo, pero lesionado). Se enfrentaba, además, a un equipo que hoy por hoy no tiene nada que ver con aquella Estrella San Agustín que conocimos, humilde equipo de barrio que jugaba en Rabesa. Actualmente, el conjunto dirigido por Pedro Abraham, que juega sus partidos en el estadio Ciudad de Alcalá, es filial del CD Alcalá, y ambos se encuentran amparados por un inversor norteamericano que los ha convertido en equipos semiprofesionales. Un dato puede servir para ilustrar esta consideración: en enero, la Estrella se ha reforzado con dos jugadores procedentes uno de 2ª B y otro de Tercera, y ambos han recalado en el conjunto alcalareño porque aquí están mejor pagados que en sus clubes de origen.

Un equipo poderoso, segundo clasificado y con aspiraciones de ascenso frente al 16º, totalmente amateur, con bajas importantes y en mala racha de resultados. La batalla se presumía muy desigual y la parroquia local esperaba divertirse con una fácil goleada de los suyos.

Pero cuando el balón empezó a rodar, los chicos de José Julio, con su actitud, con su
Gabri dejó constancia de su calidad en el Ciudad de Alcalá
entrega y su buen trabajo se encargaron de desmentir ese pronóstico. El partido era sorprendentemente igualado y el primero que disparó a puerta con cierta intención fue Gabri (5’), aunque los locales respondieron con una ocasión tras un córner, bien despejada por Adrián. El portero carrionero volvió a cuajar una gran actuación.

El juego de los locales era bastante simple: balones largos, normalmente en diagonal, buscando la penetración por las bandas y el centro al área. Mientras tanto, la UD Pilas, elaboraba más las jugadas y, guiada por un Gabri magistral, merodeaba con peligro las inmediaciones del área de Sutil. En el 12’ llegó la primera gran ocasión, tras una bonita pared entre Rafa y Ponce que el 9 pileño desperdició con un remate demasiado centrado que se estrelló en el cuerpo del portero.

La Estrella seguía con sus centros, que, de momento, no creaban demasiado peligro, cuando en el 21’ de nuevo Rafa tuvo una excelente ocasión para marcar, pero no controló bien y dio tiempo a Sutil a echársele encima.
Rafa dispuso de dos claras ocasiones de gol en los primeros minutos

Tras estas dos claras ocasiones falladas, y con una afición local algo preocupada por lo que estaba viendo, llegó el 1-0. Un centro desde la izquierda al segundo palo fue rematado por Toni libre de marca (28’). Nada pudo hacer Adrián. Primer despiste defensivo, primer tanto en contra. Así de simple, así de cruel. Esa inexorable ley del fútbol apareció de nuevo sólo unos minutos más tarde, cuando otro centro, esta vez desde la derecha llegó a poder de Campos quien, sin oposición alguna, remató al fondo de las mallas (35’).

El destino que persigue a la UD Pilas esta temporada volvía a aparecer y todos nos temíamos el derrumbe en la segunda mitad, en la que no pudo actuar Ponce, porque se lesionó justo antes del descanso.

Pero nada más lejos de la realidad. No era día de rendiciones. La UD Pilas, con Porras en lugar de Ponce, salió en la segunda parte con más adrenalina aún y a los tres minutos de la reanudación logró acortar distancias, gracias a un certero remate de Gabri.


Salado fue titular y demostró sus grandes cualidades
Desde ese momento, y hasta el m. 77 en que Veloso remató al palo, todas las ocasiones que se produjeron en el partido fueron pileñas. El equipo cuajó un segundo tiempo sensacional, admirable. La defensa se mostraba segura, con un juvenil, Salado, que parecía todo un experto. Gabri siguió dando clases de cómo se juega al fútbol y Porras dejó boquiabierta a la afición local con algunas arrancadas espectaculares, que sólo la falta de acierto en el remate dejaron sin premio. Todos corrieron, lucharon y dieron lo mejor de sí mismos, hasta el punto de que la Estrella terminó pidiendo la hora y celebrando el 2-1 final con un suspiro de alivio.  

Faltó el gol y sobró la mala actuación de López Racero, que evidenció el peor de los defectos de un árbitro: el mansear en tablas, buscando siempre la querencia del poderoso. Perdonó la expulsión a Toni por una agresión a Rojas y un rifirrafe entre Zayas y Andrew lo saldó con una cartulina amarilla para Zayas y otra para Lego, quedando impune el jugador norteamericano, que ya tenía una amarilla anterior (inmediatamente su entrenador lo sustituyó).

El partido, al margen del resultado, debe servir para elevar la autoestima de los futbolistas pileños, que volvieron a demostrar que capacidad futbolística no les falta para competir con cualquier rival. Lo que hay que hacer es trabajar bien durante la semana, estar todos unidos, recuperar lesionados y luchar como si de una final se tratase para brindar a la afición una victoria en el próximo compromiso en casa ante la P.D. Rociera.

FICHA TÉCNICA

ESTRELLA SAN AGUSTÍN: Sutil, Muñoz, Jaime, Alberto, Andrew (Sergio, 88’), Gordi, Toni (Guti, 59’), Jacinto, Lolo (Veloso, 67’), Campos (Bello, 90’) y Carlitos.

UD PILAS: Adrián, Chiqui, Lego, Quintero, Zayas, Salado, Juanma Rodríguez (Esteban, 55’), Rojas, Rafa, Gabri y Ponce (Porras, 46’)

ÁRBITRO: Marcos López Racero, gaditano. Expulsó al suplente Ramón (88’). Amarillas para los locales Jaime, Andrew y Toni y a los visitantes Chiqui, Lego, Zayas, Juanma Rodríguez, Rafa, Gabri y Porras.

GOLES: 1-0: Toni (28’); 2-0: Campos (35’); 2-1: Gabri (48’).