Al escribir la crónica de lo acontecido en el municipal de La Algaba en esta última jornada de la primera vuelta conviene hacer un ejercicio de contención verbal, para no decir todo lo que se puede venir a la mente, y que podría resultar indecoroso y hasta contraproducente para la propia UD Pilas, víctima una vez más de la labor de un colegiado sobre el terreno de juego.

Hay un dato objetivo: el gol de la victoria local llegó exactamente en el minuto 52’ 40’’ de la segunda parte, a pesar de que el señor Álvarez Álvarez había decretado un ya de por sí generoso alargue de 5 minutos. Después del tanto, se sacó de centro, se produjo una falta a favor de la UD Pilas y un posterior rechace que le cayó a Ponce y, cuando este iba a meter el balón en el área, con todo el equipo pileño dentro de la misma, justo en ese momento, el árbitro decretó el final del choque, con la consiguiente indignación de la parroquia visitante que no daba crédito a lo que acababa de presenciar.

Juan Anguas trata de controlar rodeado de contrarios
Así terminó un partido que empezó con polémica desde muy pronto. En el m. 6’ vieron cartulina amarilla el local Salva y Juan Anguas por un enganche entre ambos. Y sólo un minuto después, el jugador pileño encaró a este mismo rival, se fue de él y recibió una entrada de amarilla incontestable. El colegiado, este mismo al que no le había temblado el pulso para señalar penalti y expulsar a Lito a un minuto del descanso en el partido en casa ante el Bellavista, en esta ocasión se tragó el silbato y perdonó una expulsión clamorosa al lateral derecho del Algabeño, que fue sustituido en el descanso por Diego Tristán.

José Julio planteó muy bien el partido y los jugadores supieron ejecutar el trabajo a la perfección desde el pitido inicial. Con el debutante Perole en defensa (magnífico partido el suyo, al igual que el de todos sus compañeros) y la reaparición de Rojas en el centro del campo, el equipo ganó en seguridad y consiguió lo que se proponía: hacerle el partido incómodo al Algabeño, que tiene mucha calidad y que va lanzado en busca del primer puesto de la tabla.

Salva realizó una gran labor en la medular
Sólo una gran triangulación en ataque de los locales en el 11’ puso en apuros a Anguas (que jugó en lugar del sancionado Vargas), aunque el remate final de Molina se marchó por la línea de fondo. En el 14’ llegó la otra gran acción polémica del choque: Salado, incorporado al ataque, era derribado de forma clara, al recibir una patada en su pierna de apoyo. El penalti no ofrecía dudas, pero Álvarez Álvarez no lo sancionó y lo que hizo fue mostrar la cartulina amarilla a Quintero por las protestas. De esta forma, la UD Pilas finaliza la primera vuelta con la abrumadora cifra de CERO penas máximas a favor.
El partido era muy igualado y ninguno de los dos contendientes lograba poner en apuros a los guardametas contrarios. En el 26’ Galán (muy activo en ataque) disparó alto; en el 36’ Anguas atrapó un centro, anticipándose a Jero Baena y en el 37’ un gran servicio de Salva lo terminó rematando Diego excesivamente cruzado.

En el 40’ el Algabeño abrió el marcador merced a una genialidad de Diego López, quien se sacó de la chistera un golpeo magistral desde fuera del área, más colocado que fuerte, imposible para Anguas. A pesar del golpe, el conjunto pileño no se vino abajo y logró empatar en el último minuto de la primera parte, tras un gran pase de Bernal que Galán convirtió en gol con un remate de calidad.
Con este remate conseguiría Galán el 1-1

La segunda parte continuó con la misma tónica que la primera, a pesar de que Diego Tristán movió el banquillo y arriesgó quedándose con una defensa de tres hombres, hasta la que se acercaba el guardameta Juan, que estaba casi siempre fuera del área para aprovechar su fenomenal desplazamiento de balón con los pies.

Diego se retira lesionado
El Algabeño tenía más la pelota, pero la portería de Anguas no pasaba por verdaderos apuros. Se fue Perole y entró Zayas (65’), que mantuvo el buen nivel defensivo. En el 74’ se lesionó Diego y fue sustituido por Yeray, y en el 75’ Rafa entró por Galán. José Julio veía la posibilidad de sorprender al rival a la contra y metió aire fresco en el ataque, para ayudar a Juan Anguas que era el que más peligro creaba. La ocasión más clara del Algabeño fue un remate que paró muy bien Anguas, aunque la jugada estaba anulada por fuera de juego (83’).

Justo en el 90’ llegó una nueva decisión muy dañina para los intereses pileños, al mostrar el colegiado a Bernal una segunda amarilla muy rigurosa (nada que ver con la que había merecido el local Salva en el 7’ de partido). Con uno menos y sin laterales específicos afrontaba la UD Pilas los cinco minutos que anunció Álvarez Álvarez que se iba a alargar el partido. Pero el equipo estuvo bien, firme, seguro, haciendo estériles los continuos arreones de los celestes. Incluso dispuso de un contragolpe conducido por Salado que finalmente perdió la pelota antes de poder pasar a Rafa que corría a su derecha.

En el 96’ el balón salió por la línea de fondo y ya todos en el municipal de La Algaba suponíamos que el árbitro iba a señalar el final en cuanto pusiera el balón en juego Anguas. Pero no fue así. El colegiado permitió que se siguiera jugando, alargó y alargó el choque hasta que llegó el gol de Álex Pavón y ya pareció darse por satisfecho.

De esta forma, la UD Pilas, que según palabras de directivos locales, había sido uno de los mejores equipos que había pasado por la La Algaba, vio cómo todo su esfuerzo se desvanecía y, una vez más, se venía de vacío y tragando rabia, indignación e impotencia.

A pesar de todo, es de justicia destacar el buen partido realizado por los hombres de José Julio Monsalves y la gran actitud mostrada sobre el terreno de juego. Estamos convencidos de que ese es el camino correcto y, manteniendo este nivel de competitividad, las victorias van  a llegar… si nos dejan.