A los 6 minutos, la UD Pilas ya perdía 2-0, lo que supuso una carga imposible de levantar

El At. Algabeño tiró de veteranía para evitar que se jugara al fútbol, cuando más apretaban los pileños.

Bien es sabido que en un partido de fútbol todos los minutos cuentan, y que cualquiera de ellos puede ser decisivo. Suelen llamar mucho la atención los encuentros que se deciden en el tiempo añadido, como ocurrió la pasada semana en casa. Pero, del mismo modo, pueden resultar fundamentales los primeros instantes de partido, como quedó demostrado este domingo en La Algaba.

Los jugadores pileños comenzaron el choque un tanto despistados, desconcentrados, lo que aprovechó el Algabeño para asestar un golpe que a la postre resultaría determinante. Así, corría el minuto 4 cuando un balón a la espalda de los centrales fue controlado por Baena, que partió en posición antirreglamentaria. Los defensores pileños frenaron la carrera, esperando que así lo señalara el juez de línea, pero éste, muy mal situado, dejó seguir la jugada. El delantero disparó a quemarropa y respondió Alonso con una excelente intervención. El balón llegó a David, que estrelló su remate en el poste y el posterior rechace, ahora sí, fue empujado por Domingo al fondo de las mallas, sin que apareciera por allí ningún defensa pileño ni siquiera para molestar a los delanteros albicelestes.

Sin tiempo de encajar el golpe, Baena penetró por la izquierda, ganándole la posición a Chiqui y a Quintero (también se pidió fuera de juego, aunque no pareció que lo fuera) y batió por segunda vez a Alonso.

En el minuto 6 el marcador ya reflejaba un 2-0 que hizo que apareciera incluso el recuerdo de lo ocurrido la pasada temporada. Sin embargo, y a pesar de todo, los hombres de José Julio Monsalves no bajaron los brazos y siguieron peleando, haciéndose poco a poco dominadores claros del partido. 

Chiqui no llega a rematar, en buena posición
El Algabeño replegaba líneas y la UD Pilas hilvanaba jugadas de ataque, aunque con escaso peligro para la integridad del marco de Álex. Primero disparó bien Anguas (m. 14), después estuvo a punto Gabri de llegar a un balón que despejó finalmente con el pie el guardameta local (m. 27). También tuvieron buenas oportunidades Bueno, que prefirió disparar en un contragolpe en el que había mejores opciones (m. 38) Gabri, que remató alto una falta ensayada desde fuera del área (m. 43) y Chiqui que no llegó por poco a rematar de cabeza un centro desde la izquierda (m 45).


En el primer minuto de la segunda parte, ya pudo marcar Anguas, pero remató mal. Solo un minuto más tarde lo volvió a intentar Gabri, pero su disparo lo detuvo Álex. El acoso pileño continuaba y un centro de Anguas fue rechazado por un defensor con el brazo, sin que el colegiado decretara el correspondiente penalti (m. 55).

Quintero es derribado cuando ya se internaba. Genil debió ser expulsado
La ocasión más clara fue para Gabri quien, solo, en el segundo palo, remató fuera de forma inexplicable un centro que ya había superado al guardameta (m. 61). Con todos los cambios realizados, la UD Pilas se dejaba la piel en el campo, buscando un gol que abriera la puerta de la esperanza, mientras el Algabeño se limitaba a defenderse, y a buscar algún contragolpe que tampoco llegaba.

En el m. 70, Quintero fue cazado por Genil cuando se marchaba veloz hacia el interior del área (el árbitro sólo mostró tarjeta amarilla al defensor). Golpeó Gabri, y el balón se estrelló en el travesaño. En la jugada posterior, llegó, por fin, el premio. Un balón en el interior del área, lo puso Gabri atrás para la llegada de Juradito, quien, de potente disparo con la derecha, batió al portero, tras tocar el cuero en la pierna de un jugador local.
El disparo de Juradito termina en el fondo de la portería. Era el 2-1.

Quedaban 20 minutos y las sensaciones eran en ese momento muy favorables para los pileños. Diego Tristán lo sabía y por eso ordenó a los suyos que ya no se jugara más al fútbol. Con la anuencia del colegiado Ruso Álvarez, el partido se paró en seco. Era imposible jugar, porque siempre había un futbolista celeste en el suelo. En una ocasión, el juego llegó a estar parado un total de siete minutos.

Y para colmo de males, el Algabeño sacó petróleo de su única llegada hasta ese momento: una falta
El 3-1 acabó con las ilusiones pileñas
lateral, cabeceada a la red por David, en un nuevo fallo de la zaga pileña (m. 81). Este gol, lógicamente, golpeó duramente la moral de los nuestros, que siguieron atacando, pero ya sin convicción. Sólo Cañada, en el quinto minuto de alargue, tuvo una oportunidad clara de haber anotado otro tanto, justo antes de que el colegiado decretara el final del choque.

Un partido que la UD Pilas dominó casi en su totalidad, y cuya clave estuvo precisamente en ese “casi”: los primeros minutos de desconcierto y falta de concentración fueron determinantes. La imagen fue buena, pero no el resultado. El arbitraje fue muy malo y el Algabeño usó todas las artimañas que le permitieron para impedir que el equipo de José Julio hiciese más daño. Pero son factores con los que hay que saber lidiar en el fútbol, y esperamos que esta derrota sirva para aprender que en los partidos hay que estar al 100% de concentración desde que empiezan hasta que terminan.

Ahora, toca ya pensar en el próximo partido.

FICHA TÉCNICA

AT. ALGABEÑO: Álex, Molina (Lito, m. 45), Prado, Pino, Jesús (Genil, m. 81), Lupe, Falcón (Andrés, m. 73), Marín, Baena, David y Domingo (Torres, m. 53) (Rubén, m. 77).

UD PILAS: Alonso, Chiqui (Juradito, m. 45), Curro, Soldán, Quintero, Esteban (Ponce, m. 53), Rojas (Cañada, m. 60), Porras, Bueno (Juanma, m. 40), Anguas y Gabri.

ÁRBITRO: Ruso Álvarez. Amarillas para los locales Prado, Jesús, Marín, Baena, Genil y Andrés y para los visitantes Soldán, Rojas, Gabri, Cañada y Ponce.

GOLES: 1-0: Domingo (m. 4); 2-0: Baena (m. 6); 2-1: Juradito (m. 70); 3-1: David (m. 81)