La derrota de la UD Rinconada y la victoria del AD Cerro deja abierta una posibilidad de ascenso para la última jornada.

La UD Pilas afrontaba en Los Palacios una nueva final para mantener vivas sus aspiraciones de ascenso, pero en esta ocasión los jugadores de José Julio Monsalves no encontraron la forma de superar a su rival y cayeron derrotados de forma contundente y muy dolorosa.

El choque se jugó el sábado a petición de la AD Mosqueo, algo que autorizó la Federación y a lo que accedió la UD Pilas, devolviendo así la gentileza al equipo de Los Palacios, que en la primera vuelta se desplazó a Pilas un jueves por la noche. La primera mala noticia llegó cuando supimos que Quique, en plena racha, se caía de la convocatoria por problemas de salud. Se sumaba así a una larga lista, formada por jugadores habitualmente titulares.

José Julio, teniendo en cuenta las piezas con las que contaba, volvió a la defensa de cuatro (Juradito, Zayas, Lego y Soldán), tres centrocampistas (Fran, Rojas y Porras), dos hombres de enganche (Ponce y Cañada) y un delantero (Bueno). La portería volvió a guardarla Alonso.

Bueno dispuso de las mejores ocasiones en la primera parte
El primer tiempo del equipo pileño fue bastante bueno. Se mostró seguro en defensa y mandón en el centro del campo, donde dominaba claramente a su rival y generaba constantes aproximaciones a la meta de Julián, algunas de ellas muy claras.

En el m. 12, el colegiado sacó fuera del área una falta que había sido claramente dentro, escamoteando así a la UD Pilas una pena máxima, que podría haber sido importantísima en el devenir del encuentro. Disparó colocado Cañada, pero sin demasiada fuerza y el portero blocó bien el balón.

Lo intentó también Rojas de falta algo lejana, que se marchó arriba (m. 15) y Juradito disparó rozando el poste (m. 19). Pero las mejores ocasiones fueron, sin duda, para Ponce y Bueno. En poco más de cinco minutos, ambos tuvieron opciones claras de marcar, especialmente Bueno, en un remate franco delante del portero, que el delantero pileño cruzó en exceso (m. 32). También Lego tuvo la posibilidad de marcar en un remate de cabeza que se fue alto (m. 40).

La segunda parte ofreció un panorama bien distinto. Los jugadores pileños se mostraban muy nerviosos y presionados, mientras que los del Mosqueo se empleaban como si les fuera la vida en el partido, cerrando muy bien en defensa y lanzando rápidos contragolpes, casi siempre lanzados por un gran Juan Romero.

La UD Pilas atacaba, pero sin claridad. Ya no se creaban ocasiones y, para colmo de males,
en la primera llegada de los palaciegos, disparó Jairo y el balón, tras tocar en el cuerpo de Zayas, terminó en el fondo de la red (m. 57). Fue un mazazo del que los pileños ya no se repusieron. José Julio dio entrada a Esteban y a Nacho en lugar de Fran y Rojas, tratando de volcarse sobre la meta contraria, pero no había claridad de ideas y los aurinegros siempre se anticipaban a los pileños.

Alonso no puede evitar el 1-0
Al filo de la media hora llegó la puntilla: tras una falta lateral lanzada al primer palo metió el pie Juanfri libre de marca y superó a Alonso. Este gol decidió el partido, y más cuando sólo tres minutos más tarde, Soldán respondió a una agresión de Mario y el árbitro tomó la desequilibrada decisión de expulsar al pileño y sólo amonestar al palaciego.

En el m. 85 llegó el 3-0, que no debió subir al marcador, pues Ángel remató en fuera de juego, tras un gran contragolpe guiado por Juan Romero. Las protestas no sirvieron de nada y el gran perjudicado fue Ponce, víctima de una equivocación del asistente Rizzo Riccardo, que acusó al jugador de haberle dedicado un insulto que el chaval en ningún momento pronunció (y damos fe de ello). Al ver que iba a ser expulsado por tan gran injusticia, Ponce perdió los nervios y tuvo un comportamiento totalmente rechazable y que no tiene justificación.

Con 9 jugadores sobre el campo y la losa de una abultada derrota sobre la espalda llegó el final del partido. Los jugadores pileños, sabedores de que se podía haber esfumado la ilusión del ascenso, se mostraban hundidos. Todo lo contrario que los del Mosqueo, que celebraron la victoria por todo lo alto, con alborozo, saltos y cánticos, que se clavaban como alfileres en los oídos de la expedición pileña allí presente.

En esta ocasión tocó vivir la cara más amarga del fútbol. Pero no hay que olvidar que este equipo está realizando una temporada espectacular, que todavía no ha terminado. La derrota del Rinconada ha devuelto la vida a los pileños que ahora necesitan ganar en casa el próximo partido ante el Paradas y esperar un empate entre Cerro y Rinconada. Es la única combinación válida. Todas las demás nos impedirían el ascenso.

No hay que olvidar que el objetivo inicial del equipo era mantener la categoría y que estamos viviendo la ilusión de estar entre los dos mejores de la categoría hasta la última jornada. No se puede pedir más a este grupo de chavales, que están trabajando a destajo para llegar hasta aquí y que tienen que sentirse satisfechos y orgullosos con lo que están haciendo. Nosotros, desde luego, lo estamos.

FICHA TÉCNICA

AD MOSQUEO: Julián, Barrios, Vieri, Juanfri, Meléndez, Lolo, Ángel, Mario (Pitu, m. 87), Juan Romero, Jairo (Cachana, m. 76) y Boti (Emilio, m. 86).

UD PILAS: Alonso, Juradito (Chiqui, m 70), Soldán, Lego, Zayas, Fran (Esteban, m. 61), Rojas (Nacho, m. 61), Porras, Bueno, Ponce y Cañada.

ÁRBITRO: Solano Baeza. Expulsó con roja directa a los pileños Zayas (m. 78) y Ponce (m. 87). Amarillas para los locales Meléndez, Mario y Jairo y para los visitantes Porras, Chiqui y Nacho.

GOLES: 1-0: Jairo (m. 57); 2-0: Juanfri (m. 75); 3-0: Ángel (m. 85).