Manuel H. Salado
Como si de una serie de terror se tratase, donde el protagonista, haga lo que haga, siempre tiene el mismo final: suena duro, pero así viene siendo esta temporada en 1ª Andaluza para la U.D. Pilas, un equipo para nada exento de cualidades técnicas y tácticas pero de escasa experiencia en la categoría, hecho que le está haciendo pagar, con demasiados intereses, una elevada factura en cuanto a los resultados se refiere.

Volvió a jugar el juvenil Diego
Jose Julio, quien para el decidir la convocatoria se vio condicionado por numerosas bajas, salió con un 4-5-1 con la novedad de Diego, juvenil que debutó la semana pasada, partiendo en el lateral derecho junto a Quintero, Salado y Soldán; Fran, Rojas y Juanma  en la zona central, y Nacho Bernal y Rafa ocupando las bandas y delantera respetivamente. Con estos 11, y ante la propuesta de fútbol combinativo y consciente de la A.D. San José, salió una UD Pilas tácticamente bien plantada sobre el magnífico césped del Felipe del Valle, sólo viendo cierto peligro por la banda derecha local gracias a un activo Alvi y la necesaria colaboración de Saborido, hecho bien solventado por el trabajo de Soldán junto a su compañero del costado izquierdo. Serían ambos quienes tuvieron la oportunidad de sumar el gol inaugural a su cuenta, pero un atento Adrián primero, y un despiste en la definición del extremo azulino después, dejaron que la primera mitad de la contienda languideciera con empate a 0 en el marcador. En la parcela ofensiva, en este primer acto, poca presencia visitante hubo. La ocasión más clara estuvo en las botas de Juanma, que no logró a acertar con su derechazo.
Así,y tras el necesario paso por guardarropía para el refrigerio en la soleada mañana de domingo, llegó la segunda mitad, y en ella, una versión pileña muy diferente a lo visto anteriormente. Llevados por la fuerza característica de una plantilla joven con ganas de demostrar que vale más de lo que los puntos demuestran, más por la necesidad que conlleva el orgullo y el amor propio, los hombres de José Julio se quitaron las amarras del miedo y comenzaron a instaurar la sensación de peligro real en la grada local que veía cómo el partido, y el objetivo del ascenso a División de Honor peligraban de manera real.   
También se produjo el debut de Ponce II, juvenil de primer año
 Tras la entrada de Chiqui por Bernal, con lo que Diego pasó al extremo derecho, llegaron grandes oportunidades para que la escuadra del Manuel Leonardo, que hoy vestía de rojo y azul de manera accidental, pudiera haber puesto un 1 en su casillero y haberse acercado a la victoria. Quintero, cuyo cabezazo a bocajarro desvió el portero con el pie, y Rojas, que decidió disparar cuando parecía haber mejores opciones al tiro, instauraron el nervio en unos locales que no se encontraban cómodos en el verde. La UD Pilas, con continuos robos en línea de tres cuartos y mucha velocidad, estaba apareciendo asiduamente por la zona de ataque cuando Loren, desde larga distancia, adelantó a los suyos y empapó de agua helada a José Julio y los suyos, en plena efervescencia por encontrarse más cerca el 0-1, que el 1-0 que terminó llegando. Adrián, que no logró ver salir bien la pelota, no pudo evitar el gol cuando todo hacía prever que la dificultad del disparo, no muy fuerte y algo centrado, era escasa.  Así, llegaba el premio inmerecido para los locales, halo de esperanza en la consecución de su objetivo, hecho que dejó pálido  a un equipo pileño que veía cómo, otra vez más y van no se sabe cuántas, de manera injusta el marcador marcaba un resultado adverso.  Mimi, más tarde, y sirviéndose de una espectacular vaselina ante la salida algo precipitada del portero, aumentó distancias y llevó la tranquilidad a la grada local, sabedora de que lo que el luminoso reflejaba era un tesoro digno del ejército que , en ese momento, perdía la batalla.  Con el 2-0 ondeando en el ambiente, la UD Pilas dispuso de una gran ocasión en la testa de Quintero para acortar distancias. Su cabezazo se marchó al poste. Terminó el partido y los pileños se marchaban con la sensación de que el fútbol, en ese Domingo de Feria de Abril, no había sido justo con ellos. Sensación amargamente conocida, por desgracia para nuestros intereses.


De nuevo ayer la UD Pilas volvió a plantarle cara a un rival de importancia, que se
Juradito volvió a jugar, tres meses después
encontraba en plena lucha por el ascenso a División de Honor, y volvió a venirse de vacío por vigésima vez esta temporada. Injusta y triste recompensa a una plantilla, cuerpo técnico y directiva cuyo trabajo y mérito están muy por encima del rédito conseguido que muestra la clasificación, y que a buen seguro, servirá para aprender y levantarnos con mucha más fuerza. Cabe destacar el debut de Ponce II, juvenil de primer año cuyo hermano forma parte también de nuestra plantilla. Esto, y la grata sensación que dejó la actuación de Diego y Salado son una muestra más de que la cantera pileña está muy sana, y el futuro de nuestro equipo más que garantizado. Sólo queda creer en ello y trabajar para solventar los errores cometidos que nos han llevado hasta donde estamos.

El sábado próximo, a las 18:30, tendremos otra oportunidad para buscar la victoria en la disputa de la 32ª  jornada de liga, como locales, ante el Peñarroya, 17º clasificado con 4 puntos. Os esperamos, porque el apoyo a estos chavales no debe cesar nunca. Se merecen todo.
AD San José: Iván, Alvi, Dani, Jairo, Loren, Barri, Saborido (Rafa 55’), Sosa, Lobo (Zequi 68’), Andrés (Varona 62’) y Joaqui (Mimi 50’).
UD Pilas: Adrián, Diego, Soldán, Quintero, Salado, Juanma, Rojas, Fran, Nacho (Ponce 75’), Rafa (Jurado 78’) y Bernal (Chiqui 50’). Luque y Burgos completaron el banquillo sin presencia en el partido.
Goles: 1-0 Loren (63’). 2-0 Mimi (72’).